La evolución de la UBT rememorada por don Salvador Ferrer
Don Salvador, verdadero prócer y mecenas para los intereses de la UBT además de presidente largos años, dio prestigio a la entidad con su señorío personal a lo largo de 39 años en la presidencia, hasta su fallecimiento en 2008. «De casta navarra», era no en vano pariente de José Lázaro Galdiano. En las líneas que siguen escribió una remembranza de cómo surgió la Unión y siguió dando sus pasos, hasta los inicios del presente siglo, 2002, en que la redacta. Verdadero enamorado del toreo, siguió yendo a la plaza de Madrid pese a perder la vista; le llenaba tanto el oir a la plaza y percibir el ambiente que le llevaban para impregnarse de toreo en su mente.
Don Salvador Ferrer al centro, arropado en los últimos años de su presidencia por el actual presidente, don Rafael Cabrera, y por don José María Moreno Bermejo, secretario largos años de la Unión
Tras las palabras de don Salvador que siguen, se continúa el esbozo de nuestra trayectoria en las últimas dos décadas:
«En los primeros años de la década de los cincuenta, se reunía una tertulia mañanera en un café (quiero recordar su nombre “Los Italianos”),situado en la acera derecha de la calle de Alcalá, a la salida de la plaza de Cibeles y a continuación del edificio de Correos, a la que asistían distinguidos aficionados a la fiesta taurina. Tenía la peculiaridad de que, la mayor parte de ellos, reunían la condición de bibliófilos de libros dedicados a los diversos aspectos de esta materia, siendo la excepció de la regla indicada el afamado crítrico y escritor Don Ventura, que afirmaba que los aficionados a los toros no se interesaban por esa clase de libros porque, sencillamente, no tenían biblioteca.
A pesar de esa cualificada opinión, su común característica de amantes de los opúsculos taurinos les indujo a la creación de una entidad cuya finalidad fuese la publicación de libros de toros interesantes, que estuvieran agotados, fuesen de difícil adquisición o se hallaran nonatos, por no encontrar empresa editorial que les diera vida. Tras los primeros pasos encaminados a realizar el proyecto, el día 11 de mayo de l.954, tiene lugar el nacimiento de la Unión de Bibliófilos Taurinos, como asociación legalmente constituída. Fue su primera junta directiva la formada por los señores D. José María Gutiérrez Ballesteros “Conde de Colombí”, su primer Presidente; D. Ricardo García López “K‑Hi to”, Vice‑presidente; D. Celestino Espinosa “R. Capdevila”, Secretario; D. Vicente Molina Arnás, Vice‑secretario; Tesorero, D. Antonio Urquijo; Contador, D. Fernando Rodríguez de Miñón; y vocales D. Antonio García‑Ramos, D. José Alonso Orduña, D. Julio Madroñal Elorza y D. Diego Ruiz Morales, asistentes todos ellos a la tertulia a la que nos hemos referido.
Don José María Gutiérrez Ballesteros, conde consorte de Colombí (Alcalá de Guadaira, 1893-Madrid, 1989) , primer presidente de la UBT.
Firma de Colombí. Clara, transparente, como su personalidad. Su huella en el mundo cultural taurómaco ha dado lugar, aparte de a la UBT, a entidades como la Tertulia Amigos del Conde de Colombí, de mucha solera.
Viudo el conde casi medio siglo, desde 1938, se volcó en sus colecciones taurómacas y folcloristas, colaborando con libreros anticuarios en la edición de raros libros españoles.
La primera publicación de la unión fueron los propios Estatutos de la Asociación, en los que se estableció, entre otros extremos, que el número de socios sería de 200 como máximo, con lo cual las tiradas de las publicaciones de la misma no podrían exceder de esa cantidad (excepto por motivos legales o ejemplares de autor, por ejemplo) siendo dichos ejemplares numerados y nominados. Las personas que desearan ingresar en la Asociación, habrían de comprometerse a pagar una cuota anual, acordada por la junta directiva, y a adquirir todas las publicaciones que la misma entidad fuese editando cada año. Con ello accederían al derecho de asistencia a las juntas generales y a recibir las obras publicadas por el precio resultante de dividir los gastos originados por la impresión entre el numero de asociados.
Edición original de nuestros Estatutos fundacionales, de 1954
Ejemplar de los Estatutos que fue de la biblioteca del ganadero cordobés don Eduardo Sotomayor, con su exlibris, del que se publicó en Córdoba catálogo de su biblioteca en tirada numerada (1964-1973, en 3 vols.)
Entre los primeros títulos que vieron la luz, y al margen del folleto que contenía los propios Estatutos, citaremos, por su primacía, especial interés, su rareza, o su adquisición, los siguientes: Romance de la desgraciada muerte de Joseph Delgado (alias Illo)…; la Gacetilla núm. 1, publicación emblemática de carácter bianual, donde se comenzó una importante labor de rescatar textos olvidados, artículos de gran interés histórico o bibliográfico, o la descripción de volúmenes o bibliotecas de distinguidos bibliófilos, al margen de fijar las directrices de la propia labor editorial de la Unión y de publicar, en sus primeros números, los extractos de las reuniones de su junta directiva; y el folleto de la Esposición de los festejos públicos con motivo de los casamientos de S. M. la Reina Doña Isabel II y de la Infanta Doña María Luisa.
Iniciada ya la marcha de la Unión, logró cubrir un importante periodo de 18 años en su primera etapa, en la que es fundamental la aportación de D. Diego Ruiz Morales, que personal y casi exclusivamente dio como resultado la aparición de 14 libros, 34 folletos y 30 números de la Gacetilla. Téngase en cuenta que la mayor parte de las asociaciones de bibliófilos que han existido en nuestro territorio nacional, difícilmente llegaron a alcanzar tan prolongada duración y actividad, desapareciendo apenas publicadas, muchas de ellas, las primeras obras fundacionales.
Una de las Actas autógrafas de Diego Ruiz Morales de los años sesenta, en concreto de 1964. Don Diego fue uno de los asociados más insignes de la primera etapa de la UBT por su calidad científica y buen hacer.
Don Diego Ruiz Morales
Entre las importantes obras editadas por la UBT, en este primer periodo, pueden contarse, como verá el curioso lector en el catálogo que sigue a continuación, obras históricas, de pensamiento, reediciones de raros opúsculos o folletos, tratados de tauromaquia inéditos para la imprenta -tanto de la moderna tauromaquia a pie como de la clásica gineta-, y entre los mismos quizá merecieran ser destacados a mi juicio los siguientes: Precisos manejos y progresos condonados del arte mas peculiar de la agricultura que es el del toreo, publicado en nuestra asociación bajo el escueto título de Arte del toreo, escrito por don José Daza, y tomado de un manuscrito existente en la Biblioteca de Palacio del que informara, en primicia, el bibliotecario de la Real Biblioteca, Conde de las Navas. Sólo llegó a publicarse un primer volumen, ya que el segundo de ellos, previsto pero no realizado, no llegó a publicarse por su escaso contenido taurino y, sobre todo, por no haber logrado un número suficiente de asociados que estuvieran dispuestos a adquirir, por ochocientas pesetas, un ejemplar de la breve tirada de treinta ejemplares que se anunció en la propia Gacetilla como mínima.
Otra importante publicación fue la titulada 15 Estampas de toros, obra pictórica del conocido pintor francés Pharamond Blanchard. Y también lo fueron los tres primeros volúmenes de la colección que denominamos “Ybarra” en honor del conocido impresor madrileño, gloria de las prensas españolas del siglo XVIII. Entre éstos se cuentan Los viajeros extranjeros y la fiesta de toros de Auguste Lafront (“Paco Tolosa”); Las fiestas de toros (Spanish Bull Feast and Bull Fights), del conocido viajero decimonónico Ricardo Ford; y Escritos de toros del genial pensador y filósofo Miguel de Unamuno. Junto a ellos, los de la colección “Carmena”, esta vez en memoria del gran bibliófilo y primer bibliógrafo taurino madrileño, como el que lleva el número 4, titulado Tratado de la brida y la gineta, obra de don Diego Ramirez de Haro; el número 5, llamado Teoría del toreo escrito por don Amós Salvador y Rodrigáñez, de indispensable lectura; el número 6 de la colección, Advertencias para torear, de don Juan Núñez de Villavicencio; o el número 7, titulado Jornada madrileña del Príncipe de Gales. Por último merece citarse la importante edición del libro de Luis Uriarte, “Don Luis” y que tituló como El toro de lidia español, que con posterioridad alcanzó nueva edición.
Entre los socios, quizá más distinguidos, de esta primera etapa de la UBT, y sin ánimo de desmerecer a cuántos fueron activos participantes de su labor editorial o buscaron con ahínco las obras que íbamos publicando, además de los miembros integrantes de su primera junta directiva, debemos citar a D. Eduardo Sotomayor Criado, cordobés; a D. Antonio Bellón Uriarte, periodista; al Marqués de Almunia; al navarro D. Luis Videgaín, poseedor de una excelente biblioteca y de la mejor hemeroteca que ha existido en el país -adquiridas a su muerte por la propia Biblioteca Nacional-; D. Antonio G. Nizza da Silva, portugués; D. Francisco López Cobos; al albaceteño D. José Aparicio Albiñana; D. Guillermo Perea y Tomás, sevillano; D. José Tormos Calabuig, librero anticuario madrileño, al marqués de la Cadena, aragonés; al bilbaíno Segundo Torres; al ganadero salmantino Sánchez y Sánchez; al mallorquín Guillermo Sureda Molina, periodista y uno de los mejores escritores taurinos y aficionados de la época; al también escritor y editor valenciano, Vicente Giner; o al librero anticuario malagueño Antonio Mateos Ortega (todos ellos ingresados en la UBT en el primer año de su existencia).
Con posterioridad a éstos ingresaron en nuestras filas un enorme y cualificado número de asociados, entre los que mencionaré a la limeña doña Estrella Parodi (primera mujer en la Asociación); D. Francisco Angulo de Michelena, madrileño y excelente aficionado y bibliófilo; Dña. Aurora Lamamié de Clairac; al vizcaíno Lucas de Basterrechea, autor de artículos y algún folleto de la propia Unión; al Dr. D. Cesáreo Sanz Egaña, veterinario y autor de varias interesantes obras sobre el toro; D. Emiliano Uruñuela Echevarría, periodista; al excelente aficionado colmenareño D. Adolfo Bollaín Rozalem, escritor; al ciezano D. Antonio Pérez Gómez, muy distinguido bibliófilo y editor de una serie de colecciones verdaderamente importantes de libros de los siglos XVI y XVII, el de más extensa producción entre los particulares, e incluso oficiales, que con tal actividad se han acercado al tema de la bibliofilia, volúmenes sin ánimo de lucro, en tiradas de apenas 300 ejemplares numerados, y en papeles de calidad y cuidadosa impresión; D. Julian Barbazán, librero anticuario; D. Ventura Bagüés Nasarre, periodista y escritor taurino bajo el pseudónimo de “Don Ventura”; al librero catalán José Porter; al gran escritor francés y excelente bibliófilo Mr. Auguste Lafront (“Paco Tolosa”), conocedor a fondo de la historia del toreo en Francia y España; D. Antonio de la Peña y Polo; el gran bibliófilo mejicano D. Eleuterio Martínez; D. Tomás Murube Urquijo; D. Luis Fernández Salcedo, excelente escritor de tema taurino y destacado Ingeniero Agrónomo; el francés Pierre Dupuy, autor de libros franceses y españoles y director de la revista “Toros”; D. Leopoldo Galiano Teixidó; D. Pedro María Cabezudo Cebrián, buen bibliófilo y gran “bienvenidista”; D. Manuel Amorós Gonzálvez, Notario y buen bibliófilo; D. Rafael Duyos, excelente poeta; Mr. André Senegas, francés; el jerezano D. Salvador Martel e Hidalgo; D. Fernando Berckemeyer y Pazos, distinguido bibliófilo peruano; D. José Guerra Montilla, cordobés; D. José María Gaona Chau, conocido escritor y periodista taurino con el pseudónimo “Tío Caniyitas”; D. Luis Cervera Vera, arquitecto y excelente bibliófilo; D. Julio de Urrutia, notable periodista; D. Florentino Hernández Girbal, escritor; o D. Luis Bardón, librero anticuario madrileño, entre tantos y tantos otros.
Habiendo cesado en su incesante actividad el alma y vida de la Unión de Bibliófilos Taurinos, D. Diego Ruiz Morales, se continuó la marcha de la misma un par de años, en los que se lograron publicar el cuarto volumen de la colección “Ybarra”, obra de D. Luis Fernández Salcedo, titulada Verdad y mentira de las corridas concurso, canto de cisne editorial de la primera época de la entidad; y una serie de folletos facsimilares ya incluídos en la relación reseñada, suspendiéndose temporalmente las actividades de la asociación.
La UBT hispana fue ejemplo seguido por varias asociaciones de su mismo carácter en diferentes puntos del globo. En primer lugar fue imitada por la Unión de Bibliófilos Norteamericanos, por iniciativa de Mr. Jorge Smith, que fuera gran bibliófilo y bibliógrafo californiano, con la colaboración de otros notables socios como Mr. James J. Nieto, de lengua castellana y gran coleccionista de libros de la materia. Poco a poco fue descendiendo, por desgracia, la calidad de sus publicaciones, quizá de acuerdo con los gustos y conocimientos en la materia de sus miembros, ya que el centro fundamental de su admiración era la persona y obra de Ernest Hemingway.
Mucho mayor interés y evidente categoría ha tenido la Unión de Bibliófilos Taurinos Franceses, cuya alma inicial fue el mismo “Paco Tolosa”, a quien se deben unas obras excelentes de carácter taurino y la que, sin duda ha de catalogarse como la principal obra sobre la historia de las fiestas de toros en la vecina nación. Sus múltiples ediciones de obras destinadas a los anales de las plazas de toros en ciudades del “midí” francés y continuadas después con otra serie de publicaciones interesantes, tales como la segunda edición de la hemeroteca taurina francesa, del mencionado Auguste Lafront, un diccionario de escritores taurinos franceses, obras biográficas de toreros españoles y franceses y un detallado estudio sobre la famosa ganadería de Miura, debida a la pluma del escritor Mr. Darracq. También se vienen publicando por la misma una Gazzete semejante a nuestra Gacetilla, con numerosos trabajos de diversos escritores, periodistas y miembros de la UBT francesa.
Por último no puede faltar mención a la Unión de Bibliófilos Taurinos de México. Alma y vida de ella, son los licenciados D. Luis y D. Humberto Ruiz Quiroz, con otros miembros como el también abogado D. Antonio Barrios Ramos, D. Salvador García Bolio, autor de interesantísimas bibliografías de obras mejicanas y hemeroteca del mismo país, D. Heriberto Lanfranchi, el arquitecto D. Arturo Combe Ayala, y D. Daniel Medina de la Serna, entre otros fundadores. Posteriormente han venido a sumarse otros miembros destacados, entre los que señalaríamos a los Dres. Humberto Montes Ramírez y Javier Ochoa Rivera, D. Carlos Lorenzo Hinzpeter, ingeniero, y un largo etcétera, junto con algunos socios extranjeros, entre los que, en la actualidad, se cuentan Mr. James J. Nieto, de New York, y los españoles D. Rafael Cabrera Bonet y D. José María Moreno Bermejo, todos destacados e importantes bibliófilos taurinos.
Como publicaciones de mayor interés de las editadas por ésta, podemos citar las siguientes: Historia verdadera de la evolución del toreo de José Alameda; Mis libros de toros de Antonio Barrios Ramos; Bibliografía mexicana de la tauromaquia de Salvador García Bolio; también de este mismo autor la Gazeta de México, 1.722, 1.728‑1.742 y El periodismo taurino en México; Análisis y registro de las plazas de toros de México por Miguel Luna Parra y Luis Ruiz Quiroz; Plaza de México. Historia de una Cincuentona Monumental de Daniel Medina de la Serna y Luis Ruiz Quiroz; Libros, folletos y revistas, de Luis Ruiz Quiroz; o Tres décadas del toreo en México por Rafael Solana “Verduguillo”. Especial importancia reviste la colección titulada Lecturas taurinas, habiendo completado hasta 58 folletos de carácter monográfico, siendo sus autores casi todos miembros de la UBT mexicana.
Desde 1.985 hasta nuestros días, reaparece la labor editorial de la U.B.T. -sin duda un tanto aletargada desde el final de la primera etapa‑ con la publicación de la impresionante obra de Francisco López Izquierdo Plazas de toros de la Puerta de Alcalá en dos volúmenes -acompañados de un tercero de Índices-, que abarcan la historia de la tauromaquia en Madrid, a través de sus primitivas plazas de toros, en un periodo que va desde el año 1.739 al de 1.874, fruto de la concienzuda labor de investigación del autor, muy prolífico en publicaciones históricas relativas a tauromaquia.
Don Francisco López Izquierdo, el más delgado, gran localizador documental en historia taurómaca, junto a don Rafael Cabrera, actual presidente y dos bibliógrafos taurinos de talla incuestionable, el mexicano Salvador García Bolio y el español José María Sotomayor
A partir de ese momento se incorpora a la Unión el joven doctor D. Rafael Cabrera Bonet, que había hecho sus primeras armas de investigación y publicación de monografías de historia taurina -modestas en su apariencia pero de gran valor e interés- en la Asociación Juvenil Taurina Española, que desde sus comienzos contó con la ayuda y asistencia de D. Luis Fernández Salcedo.
Ya no se publicará la antigua Gacetilla, habiendo sido sustituida por Papeles de Toros. Sus libros. Su historia, que en número final de diez volúmenes han visto la luz a lo largo de estos últimos años. Estas obras están integradas por dos grandes secciones: “De mi cartapacio” que contiene los trabajos de Diego Ruiz Morales y “Un rincón de un archivo” destinada a los de Rafael Cabrera Bonet. Recogen una serie de artículos y monografías interesantes por el cúmulo de noticias que nos facilitan, de alto valor histórico. Me limitaré a señalar dos de ellos, muy concienzudos, donde se nos manifiesta, con datos suficientes, en uno que el autor de la Tauromaquia de Pepe-Hillo no fue don José de la Tixera, como se ha venido manteniendo -a quien se le dedica el manuscrito existente, por lo que era imposible-, sino un gaditano, cuyo nombre se desconoce, y que el volumen publicado en Madrid en 1.804, con 30 láminas grabadas, no es la segunda edición del mencionado libro, sino otro distinto debido a la pluma, ese sí, del sevillano don José de la Tixera, que hace una entrada histórica, refrito de la carta de Nicolás Fernández de Moratín y un texto descriptivo aprovechando fragmentos de la “Tauromaquia” de Illo, pero con otra disposición de los mismos. La otra rectificación se refiere a la “Tauromaquia” de Francisco Montes “Paquiro”, cuya autoría se consideraba de don Santos López Pelegrín “Abenamar”, cuando en realidad había sido hija del médico gaditano don Manuel Rancés Hidalgo.
Entre los libros publicados desde el inicio de esta segunda etapa, nos parece necesario destacar los siguientes: “Los toros de Castellano”, en dos volúmenes, debidos a Dña. María Teresa Artigas y D. Rafael Cabrera Bonet. La obra contiene la reproducción de los 131 dibujos de toros, verdaderos retratos efectuados en los corrales de la Plaza de toros de Madrid por el artista madrileño Manuel Castellano, y que fueron lidiados en sus correspondientes festejos entre 1850 y 1855, ofreciendo la verdadera lámina verdadera del ganado bravo que se corría a mediados del siglo XIX.
Otra importante obra es Los toros en la Plaza Mayor de Madrid. Documentos, de Francisco López Izquierdo, prologada y revisada por el tantas veces mencionado Dr. Cabrera Bonet, así como en un segundo volumen los Índices del mismo. Es publicación interesantísima del autor, que ha investigado a fondo en los archivos madrileños, tanto el Municipal como el de la antigua Diputación, y de una dignidad semejante a Plazas de toros de la Puerta de Alcalá.
Junto a éstas, Cádiz, origen del toreo a pie (1661‑1858), gracias al prestigioso Dr. D. Guillermo Boto Arnau, gaditano. Pese al título de la obra, en realidad se trata del papel jugado por la ciudad de Cádiz y sus toreros en la preparación y formalización de lo que hoy conocemos con el nombre de corrida de toros, lo que tiene lugar en la primera mitad del siglo XVIII.
Por último, y dentro de las numerosas publicaciones que han visto la luz en los últimos años de esta segunda etapa de la Unión, merecen citarse los diferentes volúmenes que constituyen la colección de Raros de Tauromaquia, dedicados a reproducir de manera facsimilar libros de carácter poco frecuente y curiosos, que ofrecen diferentes enfoques sobre diversos aspectos de la fiesta nacional, siendo, si no las primeras, si algunas de las más antiguas obras conocidas de cada uno de los temas que se tocan en referencia a la tauromaquia.
La labor desarrollada en esta segunda etapa de la Unión de Bibliófilos Taurinos ha supuesto, hasta la fecha, la edición de once libros, siete folletos y los citados diez volúmenes de Papeles de Toros.
Muchos, prácticamente todos, han sido o son los socios distinguidos de la Unión en esta segunda fase de su existencia. Muchos de ellos han realizado valiosas aportaciones a las letras o historia taurinas, bien a través de la propia Unión o bien a través de diferentes casas editoriales, cuya enumeración sería demasiado larga y prolija para estas escuetas páginas. El simple repaso de la lista de asociados, que figura al final de este mismo volumen, arrojará suficiente luz sobre el particular, aspecto sobre el cual la Unión como institución, se muestra enormemente orgullosa de poder contar con semejantes asociados. Aficionados, bibliófilos, escritores, historiadores, ensayistas, libreros, profesores en distintos ámbitos, todos de enorme valor profesional y muchos con importantes aportaciones a la tauromaquia, tienen cabida entre nuestras filas, de ahí que no nos sea posible destacar a alguno sin olvidarnos de otros muchos de su misma categoría tauromáquica.
Por ello, y tras pedir perdón a aquel inocente (si es que hay alguno) que haya leído estas páginas, añoranza en gran parte de los ya cincuenta años de historia desde que, prácticamente, recibí, como joven postgraduado, el alta en la Unión de Bibliófilos Taurinos, con el número quince, le invito a que ojee el catálogo de sus publicaciones, detalladísimo, y comentado por el Dr. Rafael Cabrera Bonet, al que sigue el índice de las treinta Gacetillas de su primera etapa, en el que se señala, una por una, la totalidad de su contenido, y por último, si aun le quedan ánimos, examine la lista completa de los asociados desde el comienzo de su andar hasta estos dos primeros años del siglo XXI (y principios del tercer milenio).
Salvador Ferrer Irurzun, Presidente de la U.B.T.»,
2002
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Breve nota sobre la UBT tras la presidencia de Ferrer, bajo la de Cabrera
En el curso del presente siglo, y ya no pocos años antes bajo la presidencia de don Salvador pues fallece en febrero de 2008, se convierte en factotum de la entidad y principal impulsor de la misma el doctor Cabrera, alzándose con el liderazgo ejecutivo. Tras involucrarse mucho en proyectos de la UBT de los años ochenta y noventa, especialmente en la serie Papeles de Toros, publicación en diez volúmenes con un contenido muy cualificado en estudio pormenorizado de aspectos concretos de historia de la tauromaquia, no pocos capitales, y en otros proyectos como decimos, se convierte en presidente de la entidad por su peso propio.
En 2002 aparece una Bibliografía de nuestras publicaciones que es como un balance del camino recorrido en la segunda mitad del siglo XX y marca una cesura, iniciándose desde entonces, en el nuevo período, nuevos proyectos. Muy poco antes apareció el libro de Guillermo Boto, ya agotado, que es una inflexión, un antes y un después, pues su nivel de contenido abre la puerta a una nueva época, nos referimos a Cádiz, origen del toreo a pie (1661-1858), que pone a Cádiz en el lugar que le corresponde en la génesis del toreo a pie junto a otras grandes localidades al efecto como Sevilla o Ronda con sus escuelas, líneas de entendimiento del toreo a las que hay que sumarse la de Cádiz de modo inexcusable.
Destaca poco después por su ambición y significación el proyecto de los Anales de la plaza vieja de Madrid, en cuatro volúmenes en folio, donde Víctor Pérez recoge festejo a festejo toda la vida taurómaca del coso que abrió sus puertas en 1874 y vería torerar desde Lagartijo y Frascuelo a Joselito y Belmonte pasando por el Guerra, entre otros diestros de la constelación taurina. Sale el primer volumen en 2004 y aún hoy es uno de nuestros buques insignia en cuanto a ediciones de la UBT. Victor Pérez, sin duda, es uno de los activos intelectuales de la asociación al igual que otras personalidades autores de obras emblemáticas en estos años ya del siglo XXI, como el investigador del CSIC Jesús María García Añoveros, cuyo El hechizo de los españoles (2007) es obra documentadísima y a la par deliciosa, ampliada en cierto modo por su complementariedad con su Los ilustrados y los toros (2011); otro peso pesado que ha colaborado es el catedrático Gonzalo Santonja, con La Justicia del Rey (2013), sobre el respaldo de Felipe II a la fiesta de toros.
También el profesor universitario José Campos Cañizares, gran especialista en tratados de gineta, muchos de los cuales dedican parte o algún capítulo, sustancioso, al toreo a caballo, con su edición del raro tratado de Jerónimo de Villasante (Advertencias para torear, 2011) y luego con el actual vicepresidente Valentín Moreno en la primera edición de un tratado inédito de hacia 1570, el de Hernán Ruiz de Villegas (2012) y más tarde con el mismo Moreno, perteneciente a la Real Biblioteca y doctor en Historia Moderna, otra edición de un manuscrito ecuestre con contenido taurómaco, esta vez de allende los mares pese a ser escrito en España pues se ocupa del toreo a caballo peruano a fines del XVIII e inicios del XIX, Escuela de Caballería conforme a la práctica observada en Lima (2019). En todos estos años se ha abordado el toreo ecuestre áureo asimismo en la edición de otro raro libro al efecto, el de Pedro de Herrera, Translación del Santísimo Sacramento a la Iglesia Colegial de San Pedro de la villa de Lerma, de 1617.
No se puede obviar a otro miembro muy activo en la UBT todos estos años, José María Moreno Bermejo, el gran experto en la historia y evolución de las suerta de varas -y sus males actuales, que nos ha dejado en cuanto a ediciones su notable huella y regalo con La saga de los Merchante (2006), magra aproximación a la mítica saga de varilargueros de Medina Sidonia, que tal vez por ser mítica estaba ayuna de una monografía sobre los cuatro hermanos. No se puede omitir otra edición debida gracias a él, la de las cartas entre el doctor Thebussem y Carmena y Millán (2010). Obra de fondo llamada a ser de referencia en el futuro para el estudio del teatro hispano es la de Valentín Azcune, Los toros y el teatro, grueso volúmen alarde de esfuerzo erudito (2015), localizándose incluso piezas teatrales de contenido taurino no referenciadas hasta entonces.
No se ha olvidado en la UBT la relación de los grandes pensadores españoles y el hecho taurómaco, caso de Unamuno con sus Visiones taurómacas, a cargo del profesor Balcells (2018), que se ocupó asimismo antes de Miguel Hernández a propósito de una elegía y un romance dedicados a Sánchez Mejías y Joselito (2014), composiciones poéticas que han quedado para muchos opacadas frente a la dimensión y eco del Llanto… lorquiano, por lo que fue edición muy pertinente. Y en fin, otras ediciones que van desde tauromaquias casi desconocidas (El lidiador perfecto, del Chiclanero, a cargo de Cabrera, en 2018) a estudios legales como el de la profesora de la UNED Beatriz Badorrey, Representación de Madrid y su Corregidor a Su Magestad,… (2017), máxima estudiosa en la evolución legal del espectáculo taurino con su fundamental Otra historia de la tauromaquia: toros, derecho y sociedad (1235-1854). Madrid, BOE, 2017.
Se ha intentando combinar así, como se aprecia, las ediciones facsímiles de ediciones raras o díficiles de encontrar en su tirada original, que no siempre son muy pretéritas en los siglos, como la obra de Selipe sobre Espartero y Guerrita (2017), de muy buena acogida por nuestros asociados, con estudios exhaustivos como el de la saga de los Valencia, a cargo de Marcos García Ortiz, joven profesor de griego, en La dinastía Valencia. Grandeza y torería de la familia Roger (2019).
El pasado 2020, pese a todos los pesares pandémicos en la mente del lector, la UBT pudo realizar su labor contributiva como entidad cultural mediante la edición de sus libros en una ocasión excepcional: la del centenario de la muerte de Gallito, el monarca eterno el toreo, con cuatro aportaciones. Se empezó con la Bibliografía joselitista de Cabrera en enero, verdadero vademecum gallista, se continuó en junio con dos señeras ediciones por su significación, Joselito en Lima y Gallito en los pliegos de cordel, esta última gracias a la labor y facilitación de sus piezas por parte de Manuel Pons, y a fin de año se ofreció a los asociados Joselito en el El Pilar, un raro opúsculo hoy sobre las actuaciones de José en Zaragoza en 1915. La gloria torera de Gallito merecía nuestro esfuerzo anual de forma monográfica.
Y además, por supuesto, todos estos años de atrás se han ofrecido facsímiles de raros folletos u opúsculos de interés, hoy preteridos y que merecían ser rescatados. En no pocas, bastantes de estas ediciones, hay presentaciones e incluso estudios previos de nuestro presidente, la verdad, infatigable.
En el día a día ha habido otros nombres muy activos todos estos años pasados, integrantes de la Junta Directiva, gracias a los cuales ha ido desarrollando su acción la entidad debido a su entusiasmo: ya se ha mencionado a José María Moreno Bermejo, pero ahora hay que recalcarle por su larga labor fructífera en la secretaría, ocupándose de esta web y de la distribución entre los asociados de los ejemplares, y que en 2020 dejó los trastos tras décadas de servicio a todos nosotros; José Jiménez, asimismo secretario en otros períodos, muy centrado en la distribución de las ediciones durante años, de largo servicio a la UBT asimismo. Y el tesorero, Juan Gutiérrez, mucho más joven que los anteriores pero muy veterano en su labor, tan importante.
Hay que subrayar, para terminar este esbozo de la trayectoria de la UBT, la marcha positiva y notable en la última década. En 2010 había 88 asociados y hoy, en 2021, hay 116, siendo intenso el ritmo de incorporación de los últimos dos años, con aficionados bibliófilos incluso en la treintena de edad. A destacar el que el actual secretario, Fidel Carrasco, decidiera sumarse a nuestro proyecto e implicarse en ello en la Junta Directiva pues la gestión de los ejemplares en su distribución entre los asociados es más intensa de lo que pudiera parecer, con el goteo de peticiones además de la distribución en cada nueva edición.
Nuestra entidad, como órgano de bibliofilia que es, se honra en contar y haber contado con nombres muy señalados por la categoría de sus bibliotecas y colecciones. Se inició ello con el propio fundador Colombí pero en las últimas décadas así ha sido también. Recientemente falleció el mexicano Marco Antonio Ramírez, gran posesor en este sentido, al igual que lo es y ha sido Antonio Briones, asimismo asociado nuestro.
Don Marco Antonio Ramírez Villalón, gran difusor internacional de la cultura taurómaca y el mayor bibliófilo mexicano de las décadas recientes, que ha dejado enorme biblioteca taurina en Morelia
Antonio Briones, posesor de la más voluminosa biblioteca taurina de España, hoy en la Plaza de Las Ventas en depósito, junto al inolvidable don Salvador Ferrer y don Rafael Berrocal, gran librero y aficionado ya fallecido, junto a nuestro presidente actual, don Rafael Cabrera
Y entre los miembros más activos descuellan Moreno Bermejo, con sus colecciones gráficas especialmente, y el actual presidente Cabrera, conformándose así en conjunto un club, la verdad, bastante selecto. Si sumáramos todas las bibliotecas taurinas de todos nuestros asociados, se formaría un depósito bibliográfico taurómaco único, sin duda, una verdadera Biblioteca de Alejandría del saber escrito sobre el universo de los toros, legado único de la cultura hispana al mundo.
La Junta Directiva se debe a los asociados. Los hay que son coleccionistas, gustosos de atesorar ediciones con su número de asociado y su nombre inscrito al inicio del volumen, pero hay un número nada escaso, cada año que pasa más creciente, que son asociados estudiosos y que publican sus libros dando luz a la historia de la tauromaquia en general y del toreo en particular. Siempre hubo asociados estudiosos con afán de transmitir sus saberes, caso de don Luis Fernández Salcedo, tan recordado por su personalidad y sus deliciosos libros.
Don Luis Fernández Salcedo, cuya prosa taurómaca sigue maravillando a las nuevas generaciones de lectores aficionados
Pero el pasado año joselitista se ha manifestado ello especialmente con las aportaciones de algunos de ellos sobre Gallito, caso del propio Fidel Carrasco con su hermano Julio, en unión a Carmen del Castillo, y además Vicent Climent, Manuel Hernández, o Salvador Arias Nieto, el mayor compilador y editor literario de poesía taurómaca, con su Corona poética a José. Asimismo, la UBT cuenta con la participación activa en esta web de José María Sotomayor, infatigable recopilador de ediciones aparecidas y gran bibliógrafo taurino. Queda manifiesta su exhaustividad en la sección «Publicaciones». Este nivel obliga a la Junta Directiva a estar a la altura de la calidad de los asociados. Ojalá se logre largos años poco a poco, edición a edición.
San Valentín de 2021